8 de septiembre de 2012

Más que un mito




Se cumplió el pasado agosto medio siglo de la muerte (¿suicidio?) de Norma Jeane, más conocida como Marilyn Monroe, el mito del cine e icono del erotismo, la sensualidad y la voluptuosidad explosiva. Pero era un trecho más. Y de tonta, nada.
No hay que quedarse en la superficie, en su imagen de mujer sexy de múltiples y populares amantes, o grotescos carteles posteriores de transformaciones pop. Ni siquiera en las fotografías más recurrentes. Sería simplificarla demasiado. Es como tener en la habitación la archifamosa foto de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes y no haber visto ninguna pelicula más de ella (por cierto, siempre me provocó curiosidad lo de ensalzar a una puta de lujo, por muy bonita que estuviera en la película).
Es evidente que Marilyn forma parte de la historia del siglo XX. Una entre millones. Fue la representación máxima de los años cincuenta, en plena edad dorada del cine.
De lo que se trata es de hablar sobre sus caracterizaciones inolvidables, aunque ella fue filón para la prensa de todos los estilos. Y luchó contra todos los lugares en que los buitres y mercaderes quisieron encasillarla.
En un principio se la intentó ver como la típica rubia, una especie de sucesora de Betty Grable. Ella apareció por primera ante el público general en un corto papel, dejando boquiabierto a Groucho Marx en Amor en conserva. Su estreno en el reparto de una gran película fue en La jungla de asfalto, la trágica obra maestra de John Huston. Empezaba a vislumbrarse como inconfundible, ataviada en un vestido negro de generoso escote.
Y desde ahí tuvo la enorme suerte (o "talento" para convencer productores) de aparecer en grandísimas peliculas. Así fue el caso de Eva al desnudo, o Encuentro en la noche, donde no desentonaba frente a una gigante de la pantalla como Barbara Stanwyck.
Bajo la dirección de Howard Hawks compartió cartél con Cary Grant en un buena comedia, Me siento rejuvenecer. Todo su erotismo fue sacado a escena en Niágara, para júbilo del público.
Para Los caballeros las prefieren rubias ya eran un potente símbolo sensual adorada por millones de hombres, y provocó el delirio de los soldaddos americanos en Corea cuando allí y para ellos interpretó algunas canciones de la película.
En Cómo casarse con un millonario coincidiría con Lauren Bacall y Betty Grable. Pero a la Fox sólo le importaba la explotación comercial de sus productos, y a base de enfrentamientos y presiones,  y a pesar de sus esfuerzos por ser cada vez mejor actriz, no consiguió rechazar papeles que hizo contra su voluntad. Así fue con Río sin retorno y Luces de Candilejas. Sus progresos fueron evidentes en La tentación vive arriba, película de célebre escena donde un ventilador le levantaba la falda.
Algunos se tomaron a pitorreo su intención de entrar en el Actor's Studio. La búsqueda del respeto fue una constante en la vida de la rubia nada tonta, sólo que pocos supieron entenderlo. En vida fue destrozada por la crítica, que más tarde la señalaría como una gran actriz.
Sus inquietudes intelectuales salieron más a la luz al casarse con Arthur Miller. Las facultades de ella para la comedia quedarían más que patentes en Bus Stop y  Con faldas y a lo loco, genial comedia de Billy Wilder y de deliciodas interpretaciones y canciones.

Pero entrada la década de los 60 los problemas psicológicos de Monroe se fueron acumulando, hasta ser expulsada del rodaje de Apártate, cariño.
Ella había entrado en un terreno peligroso con su relación a tres bandas con los Kennedy (padre y los dos hermanos), en plena guerra fría y con el conflicto cubano muy presente. Sólo tres semanas después de posar desnuda y bella en la piscina de la Fox, "oficialmente" se quitó la vida.
Aquello fue el principio del fin de una época. Su figura ha sido utilizada muchas veces bajo los aspectos de una explotación descarada e indecorosa. Hoy es propiedad de la memoria colectiva. Ella fue una mujer de frágil humanidad, una muñeca del sistema que soñaba con ser buena actriz, pero fue con su muerte y con sus curvas como consiguió convertirse en una leyenda.


Anexo: El que probablemente sea el mejor documental sobre Marilyn emitido en España : http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/noche-tematica-ultimas-sesiones-marilyn/1031262/