9 de julio de 2014

Paripé



Observo el debate entre los tres afanados candidatos a conseguir la secretaría general del PSOE como el que mira un espectáculo de máscaras, sabiendo que todo es difuso, teatral, ilusorio. Además, ninguno consigue transmitir eso tan elemental para un político llamado carisma aunque su presumible intención sea seducir al votante en potencia.
Pérez Tapias es más gracioso y si acaso Pedro Sánchez parece tener mejor planta, y se supone que ser “guapo” es ya de por sí una estrategia de marketing. Inolvidables momentos vivió un joven y ambicioso Felipe González con devotas señoras de su impoluta figura afirmando a grito pelado “¡Queremos un hijo tuyo!”.
Mientras, las bases socialistas se movilizan para que el triunfo caiga del lado de su favorito. Es todo una campaña de vender imagen y buenas intenciones, claro, tras la recogida de avales y dinero; y aunque en España tenemos nuestra idiosincrasia política castiza y cutre, lo hemos visto miles de veces en series como House of Cards, El ala oeste de la Casa Blanca o The Wire -incluso Juego de Tronos tiene algo del asunto- en el buen cine y en la literatura.
Sólo el que viva en una realidad aparte o en Los mundos de Yupi ignora el proceso y los mecanismos del poder y sus bochornosas tretas de fraude de la realidad.

Sin embargo, sigue siendo ligeramente higiénico que al menos dos de los candidatos a liderar el partido tengan voluntad de primarias, que se haga un sucedáneo de democracia interna que contente a los militantes. Menos es nada.  Peor es el habitual dedazo popular o el “es la esposa o el hijo de”.
Uno ve, por poner un ejemplo sangrante, a Ana Botella y sabe perfectamente que es una nulidad como política y como intelecto, pero -y esto suele pasar entre las de su condición, el elitismo es sólo la mediocridad de lujo- insufriblemente presuntuosa, recibiendo las críticas con esas muecas burlonas y capeando los padecimientos de la ciudad con indiferencia altanera. Está ahí por lo que está, como tantos y tantos otros. Teniendo, todos ellos, la poca vergüenza de creer después que representan al ingenuo ciudadano, que están legitimados por las urnas, para representar en realidad únicamente sus intereses.

1 comentario:

  1. Bienvenido sea el "paripe" de una primarias. Al menos es un síntoma de escuchar a los afiliados e indicios de una regeneración que tanto precisa el PSOE, que ni es socialista ni es Español . y ha llevado a éste país a la mayor crisis económica de nuestra historia.
    De los tres candidatos, me quedo con Pedro, me parece sangre joven y aunque tiene aires de ambición, creo que puede ser un buen revulsivo.
    Estimado Roberto, no hay verdades absolutas, ni cosas tan simples y claras, todo se mezcla en esta vida humana donde el amor, la ambición, el poder se mezclan de una manera inconcreta.
    Hasta tu próximo artículo

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