El bable es un negocio muy lucrativo, pero para los de siempre.
Son los movimientos cívicos y las plataformas las que deben enfrentarse a los disparates demenciales y los pseudonacionalismos, en palabras de Roberto Granda, periodista, miembro de la Junta Directiva de El Club de los Viernes y portavoz de la Plataforma Contra la Cooficialidad del bable; plataforma que ha elaborado un informe para mostrar el dinero que se llevan las entidades asociadas a la llingua asturiana.
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